Ojos color azufre, espalda recta y apretada, tarsos largos y espigados, una cola o timón de vértigo para maniobrar y cintar en el aire, y para rematar los machos color cenizo azulado. Aunque no viven en la espesura del monte, a mí personalmente, mientras los observo, me recuerdan a los pequeños pero valientes y hábiles gavilanes.
Antes de que regresen de África, cuando los trigos están empezando a brotar, debemos colocar el hide y varios posaderos estratégicos cerca de los lindazos de los cultivos.
Un posadero en alto en un lindazo es muy apetitoso, un objeto querencioso para los aguiluchos y otras especies de aves, los cuales utilizarán sin dudas a primera horas de la mañana para acicalarse el plumaje, cantar, cortejar,etc, ya que el suelo y los cereales estarán mojados por el rocío.
En Abril normalmente suelen estar medio asentados en los territorios, donde comienza un constante frenesí y algarabía de vuelos acrobático de machos cortejando a las hembras. Entre vuelo y vuelo toman muy a menudo los posaderos colocados para descansar, atusarse o despedazar las presas cazadas que ofrecen en un curioso ritual a las hembras, momentos los cual aprovechamos para fotografiar y disfrutar de estos animales que se encargan de mantener a raya las poblaciones y plagas de roedores e insectos de nuestras campiñas y barbechos……
Un posadero en medio de un trigal da muchísimo juego, ya que el color del trigo cambiará conforme madura , añadiendo además las diferentes calidades de luz según los horarios y la climatología.
Todas las fotografías están realizadas con equipos Canon : Eos 7D , 1D 500 mm f4 , el extender 1.4 y el 15 mm Ojo de Pez .
Desde este blog, vuestro blog , os envío un cordial saludo.
Atienza